Crónica del XXIII Festival Juvenil Europeo
de Teatro Grecolatino de Mérida.
En torno a los quince mil alumnos, procedentes de Andalucía, Castilla y León, Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Valencia, La Rioja, Aragón, así como, por supuesto, Extremadura e incluso Portugal llenaron la cávea del teatro romano de Mérida durante las jornadas del XXIII Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino que organiza el I.E.S. “Santa Eulalia” de Mérida. Así ocurrió y así lo había anunciado Felipe Gómez Valhondo, Presidente de la Comisión Organizadora del Festival, en la rueda de prensa de presentación del festival, que tuvo lugar el 29 de Marzo pasado. Lo acompañaban en el acto Toni Álvarez, Directora del Centro de las Artes Escénicas y de la Música de Extremadura; Carmen Trejo, Gerente del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, y Luis Argüello, miembro de la comisión organizadora, que fue quien detalló las obras que se iban a representar y los grupos que iban a representarlas.
El festival comenzó el lunes siguiente, 1 de Abril, con la asistencia del Alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, así como la de las Consejeras de Educación y Empleo y de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura, María Esther Gutiérrez Morán y Leire Iglesias Santiago, respectivamente. En esa jornada inaugural actuó, en primer lugar, el Taller de Teatro del I.E.S. “Santa Eulalia”, que puso en escena una divertida versión adaptada de “El Eunuco” de Terencio, en la que brillaban con luz propia un plantel de actores y actrices ya curtidos, que entraron en el Taller siendo alumnos de los primeros cursos de la E.S.O y que, en muchos casos, lo dejarán por haber concluido sus estudios de Bachillerato. Tras una breve pausa, intervino el grupo “Arthistrión”, de Villaviciosa de Odón, ausente de la escena del teatro romano de Mérida desde hacía bastantes años. Representaron una “Cistelaria” de Plauto más que notable, tanto por la versión castellana, muy fiel al original, pero accesible al gran público, así como por la puesta en escena, en la que destacaban un estupendo plantel de actores y un vestuario muy llamativo.
La mañana del día siguiente estuvo ocupada por una “Hécuba” de Eurípides absolutamente genial, por obra y gracia del grupo “Noite Bohemia” de La Coruña: un texto impecable en el que había hasta pasajes versificados; un coro que funcionaba como una sola mujer; unas actrices y actores que se vaciaban en escena; un vestuario bárbaro, en todos los sentidos de la palabra; movimiento escénico; música sobrecogedora…, en suma, un espectáculo de primer orden. El mismo grupo ofreció, por la tarde, un “Miles Gloriosus” de Plauto, más focalizado en el público juvenil de nuestros festivales, es decir, dicharachero, libérrimo, muy bien interpretado, pero que no pudo hacer olvidar el soberbio espectáculo de la mañana.
Los chicos y chicas de “Alezeia Teatro” de Benalmádena pisaron, por vez primera, la escena del teatro romano de Mérida el miércoles, 3 de Abril, por la mañana. Ofrecieron una “Casina” de Plauto muy fiel al original, desenfadada y muy bien interpretada. Por la tarde, a su vez, actuó el grupo que más veces ha estado presente en el festival de Mérida, en todas sus ediciones, salvo en una, “Teatro Balbo” del Puerto de Santa María. Demostraron, una vez más, su versatilidad y que no sólo son especialistas en comedia plautina, ofreciendo una estupenda “La Asamblea de las Mujeres” de Aristófanes, con la profesionalidad y la solvencia que los caracteriza.
El jueves, día 4, fue el día de “Párodos Teatro” de Talarrubias. Nos ofrecieron por la mañana una “Medea” de Eurípides muy esperada. Estuvo programada para el festival del pasado curso, pero tuvo que suspenderse por las inclemencias del tiempo. La espera bien valió la pena para los que hemos tenido la suerte de verla este año. ¡Lástima de aquellos espectadores que acudieron frustradamente a verla el pasado y no han podido repetir! Un magnífico espectáculo en el que brillaba esplendorosamente una Medea sublime, sin que desmereciera el resto del elenco, sobre todo, el femenino, incluyendo en él un coro perfectamente acoplado. La degustación de este festín teatral dejaba en los organizadores un poso de melancolía por el anuncio de Silvia Zarco, directora del grupo, de que abandonaba su labor teatral. Esperemos, por el bien del teatro clásico, que sea una pausa y no un adiós definitivo. “La Paz” de Aristófanes, representada, a la tarde, por el mismo grupo, evidenció, una vez más, la habilidad de Párodos para conectar con el público joven mediante la comedia, no importa que sea plautina o aristofánica.
Y la lluvia y el frío se presentaron, el último día, el programado para la actuación de “Clípeo Teatro”, el grupo constituido por profesores del instituto organizador. La lluvia afortunadamente no fue intensa y duró lo que la primera escena de “Adelphoe”, la comedia de Terencio que estaban representando. El frío se compensó con el calor del público, que llenaba la cávea y que aguantó a pie firme y con entusiasmo toda la representación. Fueron unos “Adelphoe” muy musicales, en los que canciones de un extraordinario lirismo se alternaban con música popular extremeña, con coplas, con tanguillos y hasta con un sorprendente y divertidísimo “rap”, todo ello interpretado por solistas que en nada desmerecen a profesionales. El espíritu de Terencio se hallaba presente, además de en la trama, en fragmentos de texto fieles al original y en ese humor terenciano, comedido, pero eficaz. El público aplaudió a rabiar.
El Festival 2019 ha concluido. ¡Viva el Festival 2020!